Crea un espacio sagrado

Monta un altar en tu casa. Hazlo en el suelo, con un pañuelo bonito de base y hazo circular. Pon flores, velas, fotografías de tus seres queridos... cuida su decoración.
Los altares te conectan con la fuente, con lo que de verdad importa. Un altar puede ser una extensión terrenal de tu espíritu. Siéntate ante él cada día y haz un ratito de meditación. Esto es muy beneficioso porque el lugar se carga de la energía meditativa, emotiva y tranquila que creas. De hecho, en poco tiempo, provocará una sensación distinta al resto de la casa. Cualquier rincón tranquilo sirve, como un rincón de tu dormitorio.
Cuando lo estés creando fíjate en lo que sientes, en tus emociones... es muy interesante.
Cuanto te sientes ante él para meditar proyecta tu ser y el de tu bebé en el altar y observa lo que sientes. ¡Permite que el altar altere tu ánimo! Cuando salgas de casa, lleva un poco del espíritu del altar en tu corazón.
Para relajarte ante el altar, sientate en postura sencilla, coloca las manos juntas en el centro del pecho, pon una música agradable y respira lento y profundo. Estos momentos te llevarán de fuera a dentro y te ayudarán a conectar con tu bebé. Este silencio y esta quietud te aportarán claridad y conciencia.

¡Que lo disfrutes!

1 comentario:

Anónimo dijo...

conexion con Los Altares, gracias Dara!