¿Qué pasa durante el trabajo de parto? Etapas

Durante el trabajo de parto los músculos uterinos se contraen por intervalos y finalmente empujan afuera al bebé. Mientras esto sucede, el cuello se está afinando y abriendo. A estas explosiones de energía se las llama contracciones. El trabajo de parto progresa mejor si le prestas más atención a la expansión que a la contracción.

La primera etapa del trabajo de parto comienza cuando las contracciones ocurren a intervalos regulares y comienzan a ser más fuertes. Al comienzo pueden sentirse como dolores menstruales, pero con más energía.

Las contracciones se vuelven más largas y más fuertes a medida que el cuello pasa a estar más dilatado. La primera etapa del trabajo de parto dura hasta que el cuello se dilata completamente al llegar aproximadamente a diez centímetros, una abertura lo suficientemente grande para que pase la cabeza de un bebé a término. Normalmente esto lleva de doce a quince horas para un primer bebé (aunque desde luego no hay una regla fija) y menos de eso con más de un bebé. Sin embargo, esto varía ampliamente para dierentes mujeres y diferente situaciones.

Cuando el cuello está casi abierto por completo una se suele sentir conmovida, se siente que es imposible parir, que habrá que partirse en dos o explotar o que todas las entrañas saldrán fuera si dejas que el bebé se mueva hacia abajo en el canal del parto. Este es un sentimiento escalofriante, y la mayoría de las mujeres, cuando están bajo el hechizo de este miedo en particular, están convencidas de que sus cuerpos sufrirán un gran daño si se relajan. Es importante recordar que el cerebro puede ser bastante poco confiable en esta etapa del trabajo de parto. Es una ayuda asombrosa tener a alguien que recuerde amorosamente que que no vamos a explotar pero esa persona tiene que saber de lo que está hablando y tiene que ser muy convincente. Normalmente el sentimiento intenso se pasa cuando comienza la segunda etapa del trabajo de parto y empieza una parte más activa.

La segunda etapa dura desde que se completa la dilatación hasta que el bebé nace. Esto puede llevar desde unos pocos minutos hasta dos o tres horas. La combinación del útero contrayéndose y la mamá pujando con los músculos abdominales hacen que el bebé atraviese los huesos de la pelvis, hacia abajo por el canal del parto y afuera de éste. Los huesos de la cabeza del bebé se deslizan uno por encima del otro un poquito, haciendo que la cabeza sea un poquito más chica temporalmente durante su pasaje a través de la salida de la pelvis. La urgencia por pujar normalmente es involuntaria y poderosa. La doula es un apoyo emocional para la mujer en estos intensos momentos.

El estado de conciencia de la mamá atraviesa un gran cambio durante la primera etapa del trabajo de parto. Este cambio en su conciencia debe ser tenido en cuenta por toda la gente que está acompañandola en ell parto. Se torna menos una personalidad individual y más una fuerza elemental, como un tornado, un volcán, un terremoto, o un huracán, con sus propias leyes de comportamiento. Esta cualidad de las mujeres fue descrita como "la gran y amorfa gravedad de las mareas, el tropismo electromagnético, algo más viejo y más inteligente que tú, que siempre obtiene lo que quiere". No se puede entrar en razones con las fuerzas elementales y no se puede predecir que será lo que harán. No podemos esperar que una mujer sea razonable mientrás está teniendo un bebé.

La energía del trabajo de parto hace que el cuerpo de la mamá se torne muy blando a lo largo de todo el camino. Las emociones fuertes acompañan este proceso de reblandecimiento. Esto se torna de un sabor menos personal y más elemental, instintivo, cuanto más profundo entra una mujer en trabajo de parto. Puesto que es tan fluida y una emoción puede deslizarse tan fácilmente y transformarse en otra, la doula ha de ser un ancla estable para ella. La doulaha aprendido a no dejarse arrastrar por estos sentimientos y emociones tan intensos para poder preservarla del temos, el desaliento, la irritación o el bloqueo si llegan a presentarse. La doula puede sentir las vibraciones del miedo de la mamá en su propio corazón, estómago y piernas pero no necesita llamarlo para sí misma y reaccionar a él. La doula está segura, dice exactamente lo que está sucediendo e inspira a la mamá con coraje, con corazón, que es tan contagioso como el miedo.
La doula sabe que un estado de conciencia con humor es un estado fluido y flexible. Una mujer divertida se estira mucho mejor que una asustada. Es preciso dejarla que haga ruidos si ella quiere hacerlos, siempre que salgan de una garganta abierta.
Las mujeres en fuerte trabajo de parto pueden ponerse sorprendentemente hermosas. Es bueno hacerles saber esto ya que ayuda a la moral de la mujer saber que es hermosa cuando está sudando y rindiéndose a la vida.

El bebé está coronando cuando la cabeza empieza a emerger. Normalmente sale mirando para abajo y espontáneamente dará un giro de noventa grados; y luego será empujado el cuerpo. Normalmente el bebé respirará espontáneamente, pero si no lo hace, tu matrona o médico lo atenderán. En este momento, el mejor lugar para el bebé es sobre el pecho o la paza de su madre, para facilitar un pronto apego y para que ambos estén calientes. Algunos bebés abren los ojos, mueven los músculos faciales e intentan respirar. El cordón umbilical será cortado algún tiempo después de que el bebé haya empezado a respirar bien.
La tercera etapa del trabajo de parto dura desde que el bebé nace hasta que sale la placenta. Esto dura normalmente unos veinte minutos, aunque de nuevo no hay reglas fijas. Las contracciones que facilitan el proceso no son tan fuertes como en las anteriores etapas y pujar la placenta hacia afuera generalmente es bastante fácil y cómodo pues no tiene huesos.

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