Meditación para conectar con el infinito
Siéntate en postura fácil y haz un cuenco con tus manos de manera que tus meñiques se toquen. Pon las manos frente a ti, a unos quince centímetros de tu cuerpo, a la altura del centro de tu pecho.
Comprueba que tu espalda esté bien recta.
Cierra los ojos y dirige la mirada a la frente, suavemente. Siente que la energía suprema baja del cielo y se une al flujo de la vida en tu interior.
Sigue así durante tres minutos, o más si te sientes bien, inhalando y exhalando por la nariz. Al final, inhala y exhala profundamente y relájate.
Puedes ambientar el ratito con una música que te guste e incienso.
Extraido de Kundalini yoga oara el embarazo de Gurmukh
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