¿Se puede disfrutar de un parto?

Entrevista a Debra Pascali (Nueva York), fundadora de orgasmicbirth.com
fuente: doctorsantos.com

¿Hay realmente nacimientos en los que la madre y el bebé disfrutan?
"Un parto es poderoso y lleno de amor, espiritual e inolvidable, es un momento sin fin más allá de las palabras. Es más que hacer el amor porque es desencadenado, amado y estimulado por la pasión de la vida en sí misma. Es el regalo de la humanidad al descubrir el placer divino en el parto". Este es un relato de Marina Alzugaray, quien lo vivió así. Y así lo describe Barbara Katz Rothman, en su libro "In labor": "El parto tiene mucho en común con el orgasmo; se segrega oxitocina, hay contracciones uterinas, hay erección de los pezones y, bajo circunstancias óptimas, hay sensaciones orgásmicas".
¿Puede haber excitación sexual en un parto?
El parto es una parte de la sexualidad. De hecho, es un momento culminante de la sexualidad femenina. Pero aún hay más: es un momento culminante de la sexualidad del bebé que está naciendo. Como dicen Ann Douglas y John R Sussman en su libro "The unnofficial guide to having a baby": "Un orgasmo es unas 22 veces más relajante que un tranquilizante medio. Cuando a esto añadimos el hecho de que la vagina se ensancha 5 cm en una excitación sexual, una sólo puede fantasear, masturbarse, o hacer el amor durante el parto". Como apunta Niels Newton: "Dolor y placer no son opuestos: es posible experimentar ambos simultáneamente".
Entonces el parto ¿no siempre duele?
No, no siempre. Depende mucho de las cosas que a la mujer a lo largo de su vida se le hayan dicho sobre el parto. Existe un sistema de generación de sustancias opioides que se estimula e forma natural durante el parto, y que se puede estimular más mediante técnicas naturales. Muchas veces, el parto no sólo no es doloroso, sino que es placentero. Es muy importante que tengamos clara la diferencia entre dolor y sufrimiento. El dolor puede no ir acompañado de sufrimiento y este tipo de dolor es perfectamente compatible con sensaciones de placer, de disfrute, de gozo. Si una mujer de parto cruza la barrera tras la cual lo que viene es sufrimiento, entonces para esa mujer la epidural puede ser un gran invento, pero antes de llegar a ello se pueden haber intentado técnicas para ayudar a que la experiencia del parto sea gozosa.
¿De qué depende que tantas mujeres vivan el parto como un sufrimiento?
Depende de muchísimas cosas. Para muchas mujeres, por ejemplo, la experiencia del parto puede ser un desafío, un reto. Desde luego, para todas las mujeres, pasar por el parto es una experiencia muy intensa desde el punto de vista físico. Pero muchas de ellas, tras haberla vivido se dan cuanta de que no querrían haberse perdido tal experiencia por nada del mundo. Muchas , durante el parto, sienten auténticas sensaciones de fuerza, de poderío, se sienten plenas, poderosas. Yo, como doula, ayudo a la mujer en el parto a concentrar su mente en este tipo de sensaciones positivas.
¿Cómo ha de ser el lugar ideal para el nacimiento?
El lugar ideal para el nacimiento de un bebé es el lugar ideal para la concepción de un bebé.
¿Cómo pueden ayudar las personas que acompañen un parto?
Lo más importante es que la mujer se sienta segura. Algunas mujeres, esa seguridad la tienen interiorizada y no necesitan la presencia de nadie más en su parto, o incluso pueden preferir vivir el parto en soledad, en conexión con su cuerpo. Para otras muchas, sin embargo, es muy importante sentirse apoyadas por personas que durante su parto las ofrezcan confianza en sí mismas, respeto y dignidad.
Si en algunas mujeres el parto puede ser una experiencia orgásmica, ¿por qué no lo es en todas?
No tiene por qué ocurrir en todas. Incluso, una misma mujer puede vivir la experiencia de uno de sus partos como una vivencia de éxtasis y, en cambio, la de otro de sus partos de otra forma muy distinta. En realidad, en esto también el parto es una experiencia sexual que tiene similitudes con la experiencia sexual en pareja: no en todas las experiencias sexuales tiene por qué haber un orgasmo. En muchas no lo hay y sin embargo, cada una de ellas es una experiencia única. Ocurre lo mismo con los partos.
Pero para mí sería muy difícil estar experimentando algo de tipo extático, de tipo sexual, de tipo orgásmico ... y al mismo tiempo tener conectada una maquina a mi cuerpo para monitorización cardiotocográfica o una matrona que me está poniendo o quitando cables, vías.
Efectivamente, la monitorización cardiotocográfica continua, siempre que podemos, tratamos de sustituirla por auscultación intermitente. Cuando la matrona está auscultando la frecuencia cardiaca del bebé, debe tratare de hacerlo de una forma muy discreta, casi sin que se la note. Todo lo relativo al seguimiento técnico del parto es importante que se haga de forma tal que en la medida de lo posible pase desapercibido para la mujer de parto.
Es imposible entrar en esta nueva comprensión de la dimensión sexual del nacimiento sin poner en tela de juicio las autoritarias estructuras que actualmente gobiernan el nacimiento en el ser humano. Esta nueva dimensión desafía la misma estructura de nuestra sociedad patriarcal. Los miedos del paradigma tecnocrático contemporáneo en lo relativo al cuidado de la salud quedan absolutamente reflejados en la aséptica y fría manera en que se atienden los partos en los hospitales.