LAS DOULAS

En el delicado territorio del silencio, el misterio se hace tangible. Ése es el lugar de reflexión y contemplación, y es el lugar donde podemos conectar con el saber profundo, con el profundo camino de la sabiduría.
(Ángeles Arrien)

Según Michel Odent: "el valor de una doula radica fundamentalmente en lo que "es", y no en lo que sabe ó hace. "

Una doula es sencillamente una mujer que ha parido, o no, pero que su vivencia es más latente cuando “estuvo ahí” y transitó el proceso del parto. Por lo tanto, en gran medida, se trata de una capacidad fundada en lo vivencial en una experiencia intransferible.

La “formación” de una doula no se basa en el intelecto ni en lo teórico. Ninguna enseñanza puede reemplazar el recorrido propio, ni el trabajo interno de buscarse y encontrarse en el territorio femenino sagrado de la gestación y el nacimiento, y del sostén “de mujer a mujer” en la función materna. Las doulas son mujeres que sienten la necesidad de hacer algo para defender la fisiología normal del embarazo, parto y primeros días del bebé, ante la desmesurada medicalización e intervención actual.

Sin embargo, existen cuestiones del quehacer de la doula que deben estar presentes como:

conocer la fisiología del parto normal,
conocer los pormenores del parto con diversos grados de dificultad y de la cesárea,
tener información que permita detectar cierta patología,
tener conocimientos de primeros auxilios,
conocer las situaciones que pudieran ser riesgosas,
comprender las cuestiones emocionales propias del proceso.
valorar la importancia del vínculo temprano madre-bebé y de fomentar la lactancia materna.
valorar su intuición y derivar situaciones patologicas a profesionales de la salud.
mantener una actitud ecuanime, respetuosa, honrada y de alta estima.
utilizar un vocabulario empatico y mantener el silencio verbal ante situaciones que solo pueden ser evaluadas por los padres.
ser prudente durante el proceso de apoyo o acompañamiento,